Iolita – piedra preciosa tan espectacular como desconocida

La iolita es una piedra preciosa que inspira delicadeza y atracción. En el ámbito de la gemología también se le llama “cordierita”.
Es una de las pocas piedras preciosas tricrómicas que, curiosamente, su nombre representa tres nombres que la definen:

  • Del griego “ios” que significa violeta.
  • Cordierita, llamada así en honor al geólogo francés que la descubrió, Louis Cordier, en 1813.
  • Finalmente, Dicroita: del griego “dos colores”, en alusión a su pleocroísmo.

Al parecer fue utilizado por los vikingos en las minas de Noruega y Groenlandia supuestamente como filtro polarizador, para buscar el sol en los días nublados para una navegación segura en alta mar.

Especificaciones

Suele ser de un azul violáceo cuando se corta correctamente, con un color suave que puede resultar bastante atractivo. Tiene un azul violeta que lo diferencia de otras piedras preciosas. Se llama pleocroísmo porque se ve como tres tonalidades diferentes de color en una misma piedra; Dependiendo del ángulo de visión, se mostrará azul violeta, gris amarillo o azul claro.

Pertenece al sistema ortorrómbico y se clasifica en el grupo de los silicatos. En la naturaleza podemos encontrarlo en forma masiva o en pequeños cristales bien definidos. El mineral en su estado natural, los cráteres que lo forman se pueden visualizar resaltando estas líneas sobre su intenso color azul, haciéndolo parecer una piedra volcánica.

Curiosidades

En ocasiones por su tonalidad azul violeta o incluso violeta. A menudo se confunde con el zafiro, llamándolo incluso “zafiro de agua”, pero esta terminología actualmente está prohibida y no debe utilizarse para definir una iolita.

Se utiliza en joyería debido a su increíble belleza provocada por su característico pleocroísmo. También es una joya de coleccionista.

También se utiliza en el sector industrial, principalmente para la fabricación de catalizadores, fabricados con materiales cerámicos que contienen una gran proporción de cordierita/iolita.

Para los vikingos era, sin duda, una joya muy especial, ya que la utilizaban en la navegación para localizar el sol en los días nublados. Utilizaron la iolita como filtro polarizador, es decir, utilizaron láminas de este mineral para determinar la posición del sol en los días nublados y así navegar con seguridad hasta el puerto debido a la orientación que tienen los cristales de esta piedra al ser colocados al sol. .

En aquella época, era considerada una de las piedras preciosas más raras del planeta.

Comúnmente se la llama la piedra de la “visión clara” porque es fácil para el ojo humano percibir las sombras que contiene según el prisma, a diferencia de otras gemas o piedras que rara vez son claras a la vista.

¿Dónde podemos encontrar esto?

La iolita se puede encontrar en todo el mundo, pero los depósitos más importantes se encuentran en India, Australia, Sudeste de África, Madagascar, Namibia, Mozambique, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Birmania, Sri Lanka y Tanzania.

Después del descubrimiento, se recuperaron miles de quilates de iolitas junto con zafiro rosa de menor calidad, algunos rubíes y una gema considerable de cianita con calidad de gema.

Su uso en joyería

Tiene una dureza entre 7 y 7,5 en la escala de Mohs, lo que lo hace muy adecuado para el sector de la joyería.

Es muy popular en joyería masculina, en anillos usados ​​en eventos de graduación académica porque simboliza la ambición o en anillos utilizados por los masones porque es la piedra que protege las “artes del planeta Saturno”.

Su pleocroísmo pone las cosas difíciles para un tallador de gemas porque si no se corta exactamente en la dirección correcta, sin importar la forma, el color no aparecerá en su mejor intensidad. El cortador debe orientar con cuidado la piedra en bruto, teniendo en cuenta el tricroísmo de azul, gris e incoloro.

Lo podemos encontrar en piezas como aretes, pulseras y sobre todo anillos ya que su color azul intenso al tratarlo en joyería, le da la peculiaridad de combinarlo con diamantes en piezas de gran sofisticación. Se puede confundir fácilmente con el cuarzo amatista. Por su pleocroísmo debemos distinguirlo de este, pero la iolita suele estar tallada de tal forma que el pleocroísmo queda muy enmascarado.

Y por supuesto, su uso más común es en anillos de compromiso, pues la intensidad y profundidad de su azul lo hacen ideal para lucir monturas de oro blanco con diamantes y resaltar la llamada “piedra del amor”. Para ello es imprescindible cortar la piedra correctamente, realizando el corte en la dirección y forma de la gema, dándole la variación ovalada o redondeada que nos permitirá fijarla en el engaste del anillo.

En algunos tonos de azul, la iolita se puede confundir con el zafiro. De hecho, en ocasiones se comercializa con el nombre de “zafiro de agua”, pero podemos distinguirlo por sus propiedades físicas y ópticas, aunque las diferencias son casi imperceptibles a simple vista. .y puede ser detectado por un joyero especializado.

La piedra ideal para la elaboración de joyas de complementos masculinos y femeninos, no sólo por su belleza, sino también por su relativa dureza, ya que es más dura que el cuarzo en todas sus variantes.

Es habitual combinarlo con colgantes, pendientes y pulseras, principalmente en plata u oro blanco, con

Se encontraron imitaciones en cristal de vidrio e incluso en reproducciones del famoso “corazón del mar” que se ve en la película Titanic ya que el color es muy similar a ese colgante.

Por lo general, se regala en el 21 aniversario de bodas.

Limpieza y mantenimiento

Su dureza redunda en su excelente mantenimiento, que puede consistir en una limpieza con vapor, aparatos ultrasónicos o un paño húmedo, aunque se aconseja no frotar la iolita con fibras metálicas, ya que si se raya se pueden degradar los efectos ópticos.

La cordierita también se encuentra en algunos granitos, pegmatitas, noritas y otras rocas formadas a partir de magmas grabroicos. Como productos de alteración se encuentran micas, clorito y talco.

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