El lapislázuli es una piedra preciosa muy conocida y la más deseada en el antiguo Egipto. Es una piedra de color azul intenso con incrustaciones de pirita, lo que la hace muy reconocida e incomparable. Su nombre proviene del latín “lapis” que significa piedra y del árabe “azuli” que es azul.
Historia
El primer mineral de lapislázuli se encontró hace 6.000 años en las montañas Hindu Kush de Afganistán. En el antiguo Egipto cobró gran valor e importancia, la propia Cleopatra era una apasionada del lapislázuli. De esta gema se tallaban escarabajos y se utilizaba en máscaras funerarias, como la conocida máscara mortuoria de Tutankamón.
Al mismo tiempo, el polvo mineral también tenía muchos usos. Se utilizaba en medicina porque se creía que tenía propiedades curativas. Su uso también era muy común en el maquillaje como sombra de ojos, muy característico en el antiguo Egipto. Como pigmento en pintura fue utilizado tanto en el Renacimiento como por los pintores americanos de la escuela cusqueña. Pintores tan conocidos como Leonardo de Vinci hicieron uso de él, dándole fama a este mineral.
Características del lapislázuli
Es una piedra preciosa azul muy conocida y característica. Se compone principalmente de azurita y también de muchos minerales diferentes. La pirita es lo que más la caracteriza y es prueba de autenticidad, la sustancia colorante es el azufre que se distribuye uniformemente en las piedras preciosas de mayor calidad.
Uso en joyería
Lo habitual es que el lapislázuli se corte en cabujones y se realicen figuras decorativas, generalmente de inspiración asiática. Además, se suele tallar en cuentas para collares, en joyería más moderna se utilizan piezas planas, dándole mayor importancia a las inclusiones de diferentes minerales como la pirita.
Es sensible a altas temperaturas y presiones, por lo que no debe exponerse a vapor ni a limpiadores ultrasónicos. Evite el contacto con productos químicos y perfumes.
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