
Hay un numero factores internos y externos que pueden afectar el ritmo o ciclo circadiano de una persona sueño-vigilia, en palabras simples. Estos incluyen luz, ruido, temperatura, desfase horario, trabajo por turnosproblemas de salud y una serie de productos químicos, así como el consumo de cafeína y alcohol.
Luz
La luz es uno de los factores externos más importantes que pueden afectar el sueño. Afecta a las células especializadas de la retina que le indican al cerebro si es de día o de noche.
Ahora estamos expuestos a mucha más luz por la noche que antes, lo que definitivamente afecta nuestros patrones de sueño. La exposición a la luz suele ocurrir al final de la tarde. retrasar la fase de sueño y nos hizo preferir dormir más tarde.
Exposición a la luz por la noche. puede tener varias consecuencias impredecibles, pero una cosa es segura: nos resulta difícil volver a conciliar el sueño. Ciertos problemas pueden surgir cuando nuestra exposición a la luz cambia debido a viajes a través de zonas horarias o cambios en el trabajo.
Normalmente, nuestro reloj interno tiene una poderosa influencia en el nuestro. capacidad de dormir en diversos momentos a lo largo de las 24 horas, así como durante las etapas del sueño.
Condiciones médicas
Amplia gama Las condiciones médicas y psicológicas pueden afectar la calidad del sueño. Estas condiciones incluyen dolor articular crónico, dolor neuropático, tinnitus, enfermedad por reflujo gastroesofágico, síndrome premenstrual, etc.
El dolor limita la profundidad del sueño y provoca que se deteriore su calidad. Entre desordenes mentales Hay estrés, ansiedad, depresiónTEPT y trastorno límite de la personalidad.
Las personas con esta afección suelen tener más dificultades para conciliar el sueño y, cuando lo hacen, duermen poco. Probablemente esto se deba a que reaccionamos con un despertar cuando nos enfrentamos a situaciones peligrosas o estresantes. El estrés que experimentamos durante el día puede estimular esta respuesta de excitación y dificultar el sueño.
Sustancias químicas
Medicamentos como antihistamínicos, bloqueadores beta, bloqueadores alfa Y antidepresivos Pueden perturbar el sueño. Los betabloqueantes, utilizados para tratar la presión arterial alta y recetados para diversas enfermedades cardiovasculares, así como para las migrañas, a menudo causan disminución de la cantidad de sueño ondas lentas y también se asocian con somnolencia diurna frecuente.
Relacionados están los alfabloqueantes, que se recetan para afecciones de la próstata, entre otras afecciones. sueño REM acortado, el más profundo y regenerador. Los antidepresivos pueden alterar el sueño porque acortan la duración del sueño REM. Se ha descubierto que los ISRS causan insomnio.
hora de despertar
Durante el día, nuestros relojes internos suelen contrarrestar este impulso de sueño, generando una señal de alerta que nos mantiene despiertos. Cuanto más tiempo estamos despiertos, más fuerte se vuelve este impulso.
La señal de alerta se desvanece y la necesidad de dormir pasa a primer plano. Una de las razones de este mecanismo es una sustancia química llamada adenosina, que se acumula en el cerebro durante la vigilia. A medida que aumentan sus niveles, comienza a inhibir las células cerebrales responsables del estado de alerta, provocando somnolencia. La liberación irregular de esta sustancia química provoca una mala calidad del sueño y alteraciones del mismo.
Alcohol y cafeína
El alcohol puede provocar somnolencia, pero la calidad del sueño bajo su influencia suele ser mala. El alcohol tiene un efecto excitante a altas horas de la noche, lo que puede provocar que la bebida tenga exactamente el efecto contrario al esperado.
El alcohol también empeora los síntomas de la apnea del sueño, lo que empeoraría aún más el sueño de las personas que padecen esta enfermedad respiratoria. Para algunas personas, la cafeína es fundamental por la mañana, pero tiene una vida media de 6 horas, lo que significa que si tomas café a las 15 horas, tu cuerpo habrá procesado el 50% a las 21 horas.
Ruido y temperatura
Si es posible, tu dormitorio debe estar completamente en silencio. En cuanto a la temperatura, el rango ideal de sueño varía tanto que no existe una temperatura óptima de sueño establecida. Por supuesto, conviene evitar las temperaturas extremas. Si hace mucho frío, puede resultar imposible conseguir un sueño profundo y verdaderamente relajante.